Like a puzzleHas pensado alguna vez en la posibilidad de la vida como un gran rompecabezas? Piensa en cada cosa como una pieza. El papá una esquina, la mamá una pieza del centro, el hermano, el amigo, el perro... cada uno como una pieza importante. Si faltara alguna el cuadro no estaría completo.
Quizá te sentirías atraíd@ a trazar primero el marco o quizá agruparías las piezas por colores. Con un poco de suerte algunas piezas ya vendrían juntas y te servirían de referencia y apoyo; quizá lo primero que harías sería asegurarte que nada estuviera unido, que las imagenes que estas por descubrir sean única y exclusivamente consecuencia de tu trabajo.
Resulta curioso la manera en que se afronta a un rompecabezas. Hay quién lo mirá y al instante se desalienta... tantas piezas y tan poca paciencia!! Hay otros que inician con esmero y dedicación pero que en poco tiempo ven su interés y esfuerzo extinguidos. Hay quién lo disfruta y lo toma con calma o aquellos que se envuelven en una travesía loca a través de piezas y horas; hay quien lo termina en poco tiempo y a quien le lleva años; algunos se toman el tiempo para enmarcarlos, otros sólo disfrutan de la grandeza de su obra terminada durante unos segundos, unos días, unas horas... grandeza que se torna efímera al compás de las manos o el accidente que desarman.
La vida como un rompecabezas. Si me detuviera a pensar en la vida como un rompecabezas me encantaría que mi cuadro fuera como un Van Gogh: lleno de energía, transformando la realidad, embarrado de una cierta nostalgia pero saturado de pasión... un cuadro hecho con decisión y con valor.
En definitiva, al armar mi vida pieza a pieza tomaría en cuenta todo lo que mi imaginación, voluntad y libertad pudieran... todo aquello que sirviera para (re) crearme y convertir el rompecabezas en cuadro, el cuadro en imagen, la imagen en sueño y el sueño en vida. Todo ello -rompecabezas,cuadro, imagen, sueño y vida- compartido , sin dudarlo, con mi estrella. No imagino otra forma.