Lucharáaaaaaaaaaaaaaaaan !!
Tarde de domingo en Lindavista. Después de un largo rato -como 4 años- volvíamos a vernos. Gab terminaba de secarse el cabello mientras la Ranita me anunciaba su próximo matrimonio y mi invitación al mismo. Volver a esa casa resulto agradable. Aún con la ausencia del papá, conserva ese aire de serenidad que me gustaba, sigue ahí la reproducción de la "noche estrellada" de Van Gogh, Coffe y ese piano misterioso al fondo de la estancia.
Luego de un rato partimos a Bellas Artes. El plan era ver Romeo y Julieta pero al llegar nos topamos con boletos agotados- aunque Ticket Master dijera lo contrario. 4:00 p.m. , domingo, en el centro, rodeados de campamentos perredistas, un sol quemante, sin comer. Qué hacer? La solución la dio Bio-Box -actuaria que estudia Biología en la UNAM y q en sus ratos libres entrena box- cuando sin mucho pensarlo sugirió: ¿Por qué no vamos a las luchas?
Ante nuestra aparente duda agregó: "Es aquí cerca, no está lejos". Una mirada bastó para reactivar la antigua sintonía y convencernos que si algo íbamos a hacer ese día era divertirnos, así que gustosamente emprendimos el camino mientras Bio-Box nos iba dando el background básico y necesario sobre el mundo espectacular de la lucha libre. Caminamos sobre el eje Central hasta República de Perú, donde dimos vuelta para internarnos varia cuadras- que al principio parecían interminables- hasta el antiguo barrio de la Lagunilla, en Perú 77: la Arena Coliseo.
El sitio estaba atascado. Tipos q vendían boletos de primera fila; otros que gritaban algo de los boletos; señoras q ofrecían a grito pelado fotos, posters, muñequitos y cuanta chuchería se quisiera con los rostros de los luchadores del momento y, por supuesto, las reproducciones de las máscaras de los ídolos de todos los tiempos -jajaja, la neta es que yo sólo ubique las tan conocidas y respetadísimas máscaras del santo y blue demon, pero había cientos más-. En fin, B-B nos condujo hasta la taquilla y nos dio nuestros boletos -15,16 y 17 de la 10ª fila- , con lo que hacíamos -Gab y yo- nuestra entrada inaugural al mundo de la lucha libre.
Al entrar, la Arena parecía más pequeña. Al centro el ring, alrededor no más de 20 filas de butacas, arriba un palco y unas gradas completamente enrejadas-al estilo estadio de C.U. Luego de unas cuantas vueltas y un par de chiflidos para mis acompañantes llegamos a nuestros asientos (multicolores y tan acartonados q me recordaron las bancas de mi vieja primaria). Faltaban 10 min. para q empezara así q B-B siguió con el must know del asunto. Nos mostró la porra ruda, la de los técnicos y uno q otro individuo de vieja alcurnia en el mundo de los aficionados a la lucha libre. Todo mundo con playeras de su luchador favorito, muchos con playeras negras donde se leía la leyenda "Perros del Mal"- que entendería después-, otros con máscaras y alguno q otro calentando el ambiente con una q otra mentada. De pronto subió un tipo con traje q sin mayor preámbulo anunció: "Lucharáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan, a dos de tres caídas y sin límite de tiempo..." seguido de los nombres de los luchadores en turno que salían corriendo del fondo de la Arena.
En el ring cuatro tipos enmascarados. Un par odiados-los rudos- y un par constantemente celebrados-los buenos- . Sin dar mucho tiempo a nada empezaron los costalazos, los rebotes en las cuerdas, las patadas voladoras, las llaves y los vuelos desde las cuerdas. Si bien es todo un show lo que esos tipos hacen, el verdadero ambiente estaba entre la gente. Señoras gritando "abusivos" y "montoneros" a los rudos, un pequeño que a la orden de su padre pintaba caracoles y lanzaba mentadas, sombrerudos gritando consignas varias q siempre acababan con una mentada de madre y las porras sonando trompetas y matracas al ritmo de las acciones del bando q apoyaban. Lo primero q pensé fue en el gran contraste q representaba estar en las luchas luego de querer ir a ver a la Compañía Nacional de Danza. Lo segundo fue " no ma... ese madrazo hasta a mí me dolió" y así, aplaudiendo y con un par de gritos de B-B y Gab, me sumergí entre quebradoras, desnucadoras y vuelos de la tercera.
Continuará...