Aventura en Pejelandia
Ayer emprendí un viaje al centro de la Ciudad de México- ahora Ciudad de la Esperanza?!- con la intención de hacer unas tomas en los campamentos del PRD. Dado los bloqueos de los seguidores del Peje deje mi coche en la Condesa- luego de tomar un café- y me dirigí al Zócalo en Metro. Fue ahí cuando empezó la aventura.
Al llegar al metro todo parecía normal. Parecía no haber demasiada gente ni vendedores en los vagones, así que el traslado se antojaba rápido y agradable. Fue entonces cuando las puertas se abrieron en la estación Insurgentes... en menos de 20 segundos que duraron las puertas abiertas el vagón estaba lleno de individuos portando playeras, gorras, banderas y cualquier otro tipo de artículo con el sol azteca impreso. La cosa no paró ahí.
Me considero una persona con el mínimo de tolerancia necesario para convivir con aquellos que creen en algo distinto a mí- y he de aclarar que aunque el concepto me parece que lleva implícita una cierta carga despectiva, en este caso, y gracias a la radicalización derivada de las asambleas y posturas de Andrés Manuel es justamente apropiado- pero el viaje en ese vagón se tornó laaaargo y delirante. Los individuos en cuestión empezaron a realizar proselitismo en el vagón! Iniciaron las porras, exhortos, mentadas de madre contra Calderón, IFE, PAN, Tribunal, jueces, "riquillos", "burgueses", "pesudos" y hasta una mentada de madre para Pablo Gómez!!- supongo de algún peje-lover distraído. Aprovecharon el trayecto para pegar estampas, carteles y hasta plantar algún graffiti en los nuevos y relucientes vagones conseguidos por su amado gobierno amarillo. Hasta ahí podría hablarse de una cierta "libertad de expresión malentendida" pero cuando empezaron a increpar a todo aquel cuyo aspecto les sugería algún tipo de trabajo, origen o preferencia diferente las cosas se volvieron agresivas. Lo más impresionante fue ver a una abuelita- tipo pasita, encorvada, lentes pequeñitos y cabello blanco y en trenzas- enfrentando a un señor porque su traje y portafolio le sugirió un origen "burgués". Por más que el señor trataba de explicar a la señora que se dirigía a trabajar, la abuelita le recetó una serie de consejos no pedidos sobre como debería hacer conciencia sobre la "misión" - literal, lo juro!!- del Peje y de como había sido ella beneficiada.
Fue entonces cuando las puertas se abrieron en la estación "Campamento x la Democracia "- antes conocida como Zócalo- , lugar donde desembarcó la horda amarilla y yo tras ellos. Durante el viaje jamás se me ocurrió sacar la cámara para capturar la escena, fue una especie de "shock democrático-político-social" que me abrió miles de ideas en la cabeza. De pronto al salir del subterráneo, el contraste entre luz y obscuridad planteó la escena como si despertará en una realidad alternativa. Estaba en un sitio predominantemente amarillo y negro, con cientos o miles de seres igualmente vestidos y rodeado de consignas- "Voto a voto el resultado es otro", "Calderón: toma tu pinche presidencia-acompañado de un bien delineado y artístico finger", "Sinaloa con Calderón"- Sinaloa x Dios!!! Hay más priístas allí que perredistas!!,"Morelos resiste" y el ya clásico grito de guerra "Voto x Voto, Casilla x Casilla- así, con mayúsculas".
Saqué la cámara y me puse a recorrer el fastuoso campamento. El lugar me recordó el patio de un asilo que visite hace muchos años. Cabezas blancas regadas por doquier...sentadas, acostadas, comiendo, pensando, enfermas, sonriendo, con los nietos. Entre todos ellos también se apreciaban adultos, jóvenes y niños. Todos ataviados con su respectivo distintivo amarillo. Habían también individuos que, como yo, se mezclaban entre la ola amarilla. Algunos para explorar, otros para atestiguar, otros tan sólo para ver y otros para vender: trencitas, aguas, tatuajes de henna, playeras pro-peje, comida, pulseritas, pipas, sabanitas, hitters,... Al fondo de la plaza, frente a Palacio Nacional y sobre el templete, Jesusa Rodríguez fungía como presentadora del "show en defensa de la democracia”: hip-hop, ejercicios de teatro alternativo, oradores y "compañeros" que de cuando en cuando se colaban para lanzar alguna consigna generalmente no muy inteligente. Justo al lado del escenario se desarrollaba un aguerrido partido de "voli" y más atrás otro de "fucho" por lo que los balonazos estaban a la orden del día entre la muchedumbre espectadora y atenta al escenario.
Justo atrás de la muchedumbre, estratégicamente posicionada, otra abuelita soportaba el sol de pie, con una sombrilla y una cartulina colgada al pecho. La cartulina iba dirigida "a Calderón y su cuñado Hildebrando" refiriéndose al asunto de los favores obtenidos x el cuñado en cuestión. Lo que me causó más risa fue que luego de q cada uno de los "compañeros" se acercaba a leer su cartulina, la viejita levantaba el brazo izquierdo en señal de rebeldía- aunque por como lo movía habría quien dijera que lo hacía tal cual lo hacen los hinchas del Boca o cualquier otra barra futbolera- , a lo cuál agregaba un grito no tan rebelde sino, digamos, "amoroso": "Apoyen a mi viejo". Ante el asombro de buena parte de los presentes y la pregunta valiente de uno de los que la rodeaban, la viejita respondió: "¿Cómo que por qué mi viejo? porque él es el que me da mi gasto!!"Ante la hilaridad de los presentes, la viejita repetía su causa y su razón con una sonrisa en el rostro y el brazo levantado. De pronto algo más captó mi atención. Un individuo, a grito pelado, ofrecía en oferta, entiéndase "con subsidio para la banda", el retrato de Andrés Manuel con marquito y todo!!
Fue entonces cuando pensé: Wow!! Este hombre no es sólo un político frustrado por una derrota que jamás soñó sufrir, el líder de un obstinado movimiento de resistencia civil "pacífica"-que está a punto de endurecerse-, el individuo que subió la votación del PRD como nunca en su historia, sino que también es ídolo de multitudes ganadas bajo el discurso de radicalización de pobres y ricos, burgueses y jodidos, los de arriba y los de abajo, subsidios y promesas. AMLO es también, y por sobretodo lo anterior, el "hombre del pueblo", el "hombre esperado para reivindicar la causa de los pobres"-no les huele a cierta similitud con un cierto personaje histórico que llegó a la Tierra de las alturas para reivindicar un pueblo?
Dirán que ya empecé de tendencioso pero aunque mi postura es claramente distinta y mi voto fue del 65% que no lo apoyó, entre las frases de apoyo de otro de los templetes instalados en la plaza, escuché una que me hizo confirmar mi postura. Entre gritos de "respeten a mi viejo", "arriba López Obrador", "pinche Fox Cúlero", una señora, micro en mano, daba "gracias a Dios por habernos mandado a Andrés Manuel". Santo cielo!! Carajo!! Yo no soy fiel creyente de la Iglesia Católica, ni de ninguna otra, pero -dado que me sé buena parte de sus postulados, reglas y detallitos por muchos años en escuelas religiosas- me parece que a cualquier buen católico-whatever that means- sonaría a tremenda herejía!! Sin parecer importar lo herético otro grupo de personas mayores, hombres y mujeres, que al igual q la viejita del templete portaban cruces y escapularios al pecho, celebraban lo dicho. Fue entonces cuando surgió entre la bola un par de frases que acabó de sellar mi incredulidad: ¡Gracias a Dios! y ¡Dios bendiga a Andrés Manuel! Cámara en mano y capturando las tomas me di cuenta de q no sólo estaba en medio de un campamento pejista, aquellos eran los zelotas de tiempos de Cristo esperando la orden de su líder para liberar Jerusalén.
¿Es este el sentido de una lucha democrática?, ¿Este el cauce de una resistencia política permeada de elementos ajenas a la misma?, ¿Creencias religiosas, costumbres, lucha de clases... tendrían que verse inmiscuidas?, ¿Cuál es el sentido de imponer una posición mientras se minimiza la ley?, ¿Es válido imponer el derecho a la libertad de expresión por encima de la libertad de tránsito?, ¿ES ESTO NUESTRA NUEVA DEMOCRACIA?...
Los dejo con estas preguntas. Debo irme pero aún queda mucho x contar y muchas fotos q revelar. Espero ponerlas en el siguiente post.